Descripción
Óleo sobre lienzo
100×150 cm
Para los que amamos y sentimos un reto el hecho de descifrar el rostro humano Rossy es un regalo. Vivimos tiempos de búsqueda constante de la «perfección» milimétrica en todo lo que nos rodea, especialmente en nuestra apariencia. Ella se salta la regla, quebranta la norma y hace de la «imperfección» su bandera, creando así nuevas bellezas a las que admirar.